En 2004 se creó la Fundación INVAP con el propósito de dinamizar cambios sociales mediante el desarrollo tecnológico en proyectos de impacto. La intención era generar un espacio que lograra conectar y articular actores públicos y privados a nivel nacional e internacional, para poner la experiencia y conocimiento de INVAP al servicio de la comunidad.
Con este propósito definimos una agenda de trabajo centrada en el desarrollo socio-productivo, la comunicación y sensibilización, y el fortalecimiento institucional. Los proyectos Emprendé ConCiencia y Bioenergía Andina son claros ejemplos del impacto al que apuntamos.
Emprendé ConCiencia nació en 2017 con el objetivo de socializar la experiencia y el conocimiento del ecosistema científico-tecnológico de Bariloche con proyectos de todo el país que utilicen ciencia y tecnología para resolver problemáticas sociales y ambientales. Impulsamos este proyecto en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación y el apoyo del Grupo San Cristóbal.

Durante los primeros tres años acompañamos a 42 emprendimientos que utilizan ciencia y tecnología para generar impacto social positivo. De estos proyectos, tres de cada cuatro ya recibieron inversiones y se encuentran en etapas de ejecución. En la cuarta edición del programa se postularon 479 proyectos de los cuales fueron seleccionados catorce.
Emprendé ConCiencia entiende la tecnología como un medio y no un fin en sí mismo. El objetivo no es “la búsqueda del próximo unicornio argentino, sino el impulso de proyectos sociotécnicos que promuevan la soberanía tecnológica, solucionen problemas sociales y mitiguen el cambio climático”, contó la Directora Ejecutiva de la Fundación INVAP, Dra. Verónica Garea.

Para Stefanía Peraga, Coordinadora General de Emprendé ConCiencia, el impacto es “la creación de una lógica de trabajo que no reproduzca las condiciones de producción de los problemas. En este sentido, la metodología que proponemos en el programa se basa en la colaboración y en la co-creación”. La colaboración es entendida como un compromiso mutuo, no transaccional, que se concreta a través de mentorías con referentes del ecosistema científico-tecnológico de Bariloche. “En el programa aprendieron que al desactivar los mecanismos de competencia, se habilitan experiencias de trabajo horizontal, y se genera la confianza necesaria para la transformación y el aprendizaje”. agregó Peraga. El programa acompaña a emprendedores y emprendedoras durante el proceso de co-creación y testeo en terreno de sus proyectos, con el objetivo de diseñar soluciones ajustadas a las necesidades de la comunidad.
Bioenergía Andina es otro proyecto que impulsamos en alianza con el BID LAB. Se trata de un programa que estimula el uso de biomasa a partir de residuos forestales como fuente de energía sustentable para calefacción en la Patagonia Andina.
La iniciativa promueve una cultura de calefacción sostenible, eficiente y accesible, mediante la sensibilización y difusión de buenas prácticas en el manejo de residuos forestales, el acceso a tecnología, la prevención de incendios y la generación de empleo local.

“Bioenergía Andina nace de la necesidad de dar respuesta a dos problemas: la falta de acceso a una calefacción eficiente en invierno y los incendios forestales en verano. Después de un exhaustivo trabajo de diagnóstico, llegamos a la conclusión de que estos problemas se podían resolver juntos. Podemos reducir el riesgo de incendio si aprovechamos los restos de poda y residuos forestales como combustible para calefaccionar hogares”, analizó Verónica Garea.
En este sentido, el grupo Ecoforestal, un emprendimiento de la economía popular que se incuba en el marco del programa Bioenergía Andina, transformó más de 2000 metros cúbicos de residuos forestales y restos de poda en 500 m3 de leña limpia que se distribuyen a beneficiarios del Plan Calor, el programa de acceso a insumos para calefaccionar de la Municipalidad de San Carlos de Bariloche, Río Negro.

Asimismo, Bioenergía Andina lleva adelante una campaña que promueve la utilización de biomasa a partir de restos de poda y residuos forestales, realiza talleres y seminarios sobre aislación y abrigo de hogares, impulsa el acceso a tecnología de calefacción eficiente, incuba proyectos productivos, genera información técnica para toma de decisiones e incentiva la creación de marcos institucionales que favorezcan la solución conjunta de acceso al calor y prevención de riesgo de incendios.
Erio Schweickardt, director de Bioenergía Andina, remarca el rol de la comunidad en la solución del problema de los incendios forestales y el acceso a calefacción en la región andina. “Este es un proyecto en el que todos podemos ser parte de la solución. Si las familias calefaccionan de manera sustentable sus hogares, se impulsa una correcta gestión de los residuos forestales que reducen el riesgo de incendio”. Al mismo tiempo, Schweickardt destaca el impacto en la economía de la ciudad, pues “al adquirir productos de fabricación local –combustible, estufas y soluciones constructivas eficientes– contribuimos al desarrollo sustentable de la región”.
En este proyecto participan el Municipio de San Carlos de Bariloche, otros Municipios de la región, Parques Nacionales, la Dirección de Bosques, el Servicio Forestal Andino y el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales de Río Negro, junto con varias organizaciones de la sociedad civil.