Con la presencia del presidente Alberto Fernández, del gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti; y del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Daniel Filmus, el pasado lunes 3 de octubre se firmó un contrato entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la empresa VENG para avanzar en el desarrollo del lanzador argentino de satélites Tronador II. El anuncio implica una inversión de 9.730 millones de pesos destinados al desarrollo de un prototipo y de la infraestructura auxiliar prioritaria.
El documento fue rubricado por Filmus, en su carácter de presidente del Directorio de la CONAE, Raúl Kulichevsky, director ejecutivo y técnico de la CONAE, y Marcos Actis, presidente de VENG, durante un acto celebrado en el Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT) de la agencia espacial nacional, en Falda del Cañete, provincia de Córdoba.
También participaron del acto el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Articulación Científico y Tecnológica, Juan Pablo Paz, y los ministros provinciales de Ciencia y Tecnología, Pablo Javier De Chiara, y de Educación, Walter Mario Grahovac, y Mirta Iriondo, presidenta de la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA). Asimismo estuvieron presentes Josefina Pérès, gerenta de Proyectos Satelitales, Laura Frulla, gerenta de Observación de la Tierra, Leandro Groetzner gerente de Coordinación, Leonardo Comes, gerente de Gestión Tecnológica, Marcelo Colazo, gerente de Vinculación Tecnológica de la CONAE.
Alberto Fernández explicó que con el desarrollo del Proyecto Tronador II “estamos logrando más soberanía, ser más dueños de nuestra tecnología, y estamos logrando pensar en que más información satelital nos permita generar mejores condiciones de vida acá, en nuestra tierra”.
“Tenemos un capital humano maravilloso para ponerlo al servicio del desarrollo del país. Tenemos que estar muy orgullosos de eso. Que acá haya un posgrado por el acuerdo de la CONAE y la Universidad Nacional de Córdoba para especializar a hombres y mujeres en el desarrollo científico de esta materia aeroespacial es maravilloso, habla muy bien de nosotros, de esa mirada a futuro que necesitamos”, remarcó el presidente al referirse a la formación de recursos humanos especializados que se realiza desde el Instituto Gulich.
En tanto, el gobernador Schiaretti destacó la importancia de “que trabajen mancomunadamente el complejo científico académico, el Estado y el sector privado. Los países que progresan en el desarrollo de cualquier actividad son los que tienen la capacidad de aunar los esfuerzos. Sigamos trabajando juntos en el desarrollo espacial, sigamos haciéndolo como políticas de Estado que supere los diversos gobiernos y las diversas contingencias socioeconómicas que pueda atravesar la Argentina”, reflexionó el gobernador de Córdoba.
Por su parte Daniel Filmus afirmó que “son pocos los países en el mundo que pueden tener un desarrollo así, y Argentina es uno de ellos. Estemos todas y todos orgullosos de lo que la ciencia y la tecnología argentina nos permite mostrar al mundo”. Además destacó que el Gobierno nacional tiene el “compromiso enorme de romper con las políticas pendulares respecto a la ciencia y tecnología en el país. Estos proyectos solo se hacen con políticas de Estado de mediano y largo plazo”.
El proyecto Tronador II
“Hoy nos convoca la firma de un nuevo y fundamental contrato para un desarrollo que nos permita contar en el futuro con nuestros propios vehículos lanzadores para colocar en órbita satélites de observación de la tierra desde la Argentina, ya sea de CONAE o brindando servicios a terceros”, detalló Raúl Kulichevsky.
El desarrollo del proyecto Tronador II permitirá que la Argentina complete el dominio de la tecnología espacial necesaria para poner en órbita satélites propios desde nuestro territorio, diseñados y fabricados en el país, y poder ofrecer este servicio a otros países de la región y del mundo. En la actualidad sólo 10 países dominan el ciclo espacial completo, esto significa tener la capacidad de fabricar satélites, sus lanzadores y contar con plataforma de lanzamiento propia.
Tener capacidad propia de lanzamiento de satélites permite llegar a la órbita específica que requieren las misiones nacionales, lograr una plena independencia en este sector y ejercer nuestra soberanía mediante el uso pacífico del espacio ultraterrestre. Además, la Argentina podrá ofrecer servicios de lanzamiento a otros países y así generar divisas mediante exportaciones de alto valor agregado.
Para avanzar en el lanzador, de aquí a 2030 se realizarán ensayos con los vehículos denominados TII-70 y TII-150. “El principal objetivo es ir ganando experiencia y madurez en el desarrollo de algunos componentes, sobre todo en la propulsión, con vehículos de menor tamaño, con menos riesgo y costo, que nos permitan hacer varios vuelos hasta validar el motor y los subsistemas, hasta llegar al TII-250”, indicó Kulichevsky.