Interesante nota de LA NACIÖN, dél periodista Alfredo Sainz, contando la situación de las empresas que crecen y toman nuevos empleados. Dos de las cuatro son miembros plenos de ARGENCON.
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Póquer de ases: cuatro empresas que le ganan a la crisis
Accenture, Toyota, Globant y Peñaflor son compañías elegidas por la nacion que cuentan sus secretos para expandir los negocios en plena recesión
El 18 de julio los funcionarios y abogados argentinos seguían negociando en Nueva York con el mediador que había designado el juez Griesa, con el objetivo de evitar un default de la deuda argentina, que a esas alturas ya se presentía como inminente. Ese mismo día y en la misma ciudad, los cuatro amigos y emprendedores que habían fundado la empresa Globant en Buenos Aires hace apenas 11 años se preparaban para tocar la tradicional campana en la Bolsa de Nueva York, en lo que significó su debut en Wall Street. En términos geográficos apenas eran unas cuadras las que separaban a la oficina del mediador Daniel Pollack del recinto del mercado más poderoso del mundo; en términos económicos, la distancia era enorme.
El caso de Globant -una empresa argentina de software que cuenta con centros de desarrollo en Estados Unidos, Brasil y México desde los que atiende a clientes globales como Google, Electronic Arts, LinkedIn o Disney- es una excepción en una economía como la argentina, cada vez más aislada y golpeada por la recesión y la inflación.
La buena noticia es que no se trata de la única y en distintos rubros se repiten los casos de compañías que a fuerza de capacidad de innovación, audacia, desarrollo de productos de alto valor agregado (y, por lo tanto, menos sensibles a los vaivenes de las commodities) y apuestas al largo plazo supieron aislarse de un contexto desfavorable y hoy disfrutan de un presente muy diferente al de sus competidores. Toyota, Accenture y Peñaflor son las otras tres empresas que la nacion eligió para contar cómo se gesta el éxito en medio de la crisis.
Mientras la industria automotriz muestra varios de los peores números de la última década, con récords de suspensiones y cierres de autopartistas, el mayor problema que enfrenta la filial argentina de la compañía japonesa Toyota es cómo encontrar los 1000 operarios calificados que necesita para el proyecto de ampliación de su fábrica de Zárate.
Ese proyecto le permitirá aumentar en más de 50% su nivel de producción, con una inversión de US$ 800 millones. «No suspendimos ni echamos a nadie. Por el contrario, tomamos gente. El mayor problema que tenemos es la búsqueda de personal para nuestra planta. Cada vez nos cuesta más encontrar empleados en Campana y Zárate, y estamos incorporando trabajadores de la Capital Federal, Arrecifes o Gualeguaychú», explican en Toyota Argentina.
La búsqueda de talentos también es un motivo de desvelo para Accenture Argentina, que en una plaza cada vez más amenazada por el fantasma del desempleo hoy tiene dificultades para cubrir toda la demanda de profesionales. «La verdad es que tenemos mucha demanda de servicios para atender empresas locales e internacionales. Actualmente, hay lugares no cubiertos ya que la velocidad de incorporación es más lenta que la de la demanda. Este año estamos con un plan para incorporar a 800 profesionales. De esas búsquedas que lanzamos en abril ya incorporamos a alrededor de 500 empleados. Pero vamos a incorporar un poco más. Aún tenemos 600 posiciones abiertas para satisfacer el aumento de la demanda local, regional y global. Esto nos genera alrededor de 10.000 entrevistas», explica Sergio Kaufman, presidente para Argentina y la región Sudamérica Hispana de Accenture, la firma multinacional especializada en consultoría de gestión, servicios tecnológicos y outsourcing.
La sensación de estar a contramano de su industria también la tienen en el grupo Peñaflor, que en un momento de estancamiento de las exportaciones y pérdida de competitividad del vino argentino, sigue ganando mercados internacionales y proyecta para este año una facturación de US$ 470 millones, lo que lo convierte en el quinto grupo vitivinícola del mundo.
«Debido a la sobreoferta de vino que existe en Estados Unidos, España y Chile, y a los costos en dólares de los insumos argentinos, hay muchas opciones donde la Argentina por precio no puede competir. Pero nosotros tenemos un muy buen año, con crecimiento en las exportaciones de vinos finos de 14% en unidades y una meta de US$ 180 millones», explicó Martín Ramos, CEO del grupo Peñaflor.
RASGOS COMPARTIDOS
El primer rasgo que comparten las empresas que lograron aislarse de la crisis es la búsqueda de la innovación, que no se circunscribe al producto o servicio que comercializan, sino que comienza puertas adentro y atraviesa todos sus procesos productivos y comerciales. «En todo el mundo, Toyota trabaja con círculos de calidad en los que los propios empleados de la planta acercan sugerencias. El año pasado, en la Argentina, tuvimos un promedio de 15 sugerencias por empleado y lo importante es que se trata de propuestas que se pueden llevar a la práctica, desde ordenar unas cajas de una determinada manera hasta un cambio ergonómico en un auto», explican en Toyota Argentina.
«Innovar es parte del ADN, uno de los valores centrales de Globant -dice Martín Migoya, CEO de Globant y cita como ejemplo que su compañía dejó de vender paquetes con costos fijos y los reemplazó con servicios de equipos de trabajo con autonomía y cuyo servicio se cobra en forma proporcional a la productividad que alcanzan-. La idea es alinear nuestros intereses con los de los clientes.»
En Accenture apuestan a lo que en la empresa definen como inversión en talento económicamente productivo. «Hay dos áreas en las que la Argentina, y nosotros particularmente, podemos generar valor. La primer gran oportunidad es la innovación tecnológica, y dentro de eso, la realidad aumentada. Por ejemplo, en la Argentina desarrollamos una aplicación de Google Glass, para que estos anteojos sean utilizados dentro de las plantas industriales, con fines productivos y no sólo sean usados como entretenimiento», explica Kaufman.
Las compañías que ganan participación de mercado en medio de la crisis se caracterizan por trabajar con objetivos a largo plazo, lo que paradójicamente les permite sobrellevar mejor las crisis coyunturales que sus competidores que están pendientes del día a día. «La clave es la consistencia en la calidad de los productos a través del tiempo. Pese a que puede haber años en los que no sea conveniente exportar, nosotros nos caracterizamos por mantener políticas de largo plazo más allá de las coyunturas macroeconómicas argentinas. Eso nos permitió que frente a los 20 millones de dólares que exportamos en 2002 hoy hayamos multiplicado nueve veces esa cifra», explica el CEO de Peñaflor.
Kaufman apunta otra de las fortalezas de Accenture: «Cada vez hay más empresas que tercerizan una operación completa de su actividad. Por ejemplo, la liquidación de sueldos. Nosotros brindamos un producto de calidad, con profesionales de calidad. Y justamente esa calidad de nuestros recursos humanos hace que no importe tanto de qué lado sople el viento».
Otro elemento en común entre las empresas a las que les va bien en la Argentina actual es su capacidad para no depender exclusivamente del mercado local. En principio se podría pensar que detrás de esta estrategia se encuentra la premisa de diversificar los riesgos. Pero si se enfoca la mirada se descubre que Globant, Peñaflor y las filiales de Toyota y Accenture comparten una vocación global que no es muy común en la Argentina y de la que sólo existen algunos antecedentes históricos como Arcor o Techint.
«De un análisis de la región, entendimos que existían dos problemas: el tipo de cambio y algunas crisis específicas en mercados determinados. En este sentido, nos dimos cuenta de que un proyecto exportador con visión a largo plazo nos permitía superar esas amenazas, y con esta premisa Toyota Argentina se convirtió en una plataforma de producción y exportación para América latina y el Caribe», sostiene Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina, una de las contadas automotrices con una balanza comercial positiva. La empresa reaccionó rápidamente cuando su modelo de camionetas SW4, que se fabrica en Zárate, quedó alcanzado por el impuesto a los autos de lujo. Entonces, canalizó la producción al exterior, mientras que en pleno derrumbe del mercado interno logró un incremento de 20% de sus patentamientos en los primeros siete meses de 2014 de la mano de su modelo económico Etios, fabricado en Brasil.
Globant también nació con una vocación internacional y el foco puesto en aprovechar las ventajas competitivas que ofrece la Argentina en materia de recursos humanos. «El mercado en el que trabajamos excede el país. Y donde surge una necesidad global de talento, está inmerso el país, que es fuente de ese talento. Al menos en este campo, la Argentina sigue siendo muy competitiva; aun contra otros países de América latina, es uno de los mejores», cuenta Migoya.
Los «globers», como llaman en la compañía a sus empleados, son considerados «el activo más valioso». Así se escribió en la presentación ante la Securities and Exchange Commission (SEC). Al cabo del primer semestre, sumaban 3371, con más de 3000 especialistas en tecnología. Accenture también cuenta de a miles a los profesionales: aproximadamente el 95% de los 7000 integrantes de la compañía son universitarios recibidos o pronto a serlo. Hace sólo 14 años, la planta de la empresa se componía de poco más de 1000 empleados.
En Peñaflor, por su parte, señalan que hoy con sus vinos llegan a 90 mercados, pero destacan que la proyección internacional de la industria vitivinícola llegará de la mano de los productos de alto valor agregado. «Debido a los aranceles que cobran la mayoría de los países para permitir el ingreso de los vinos argentinos, en las franjas más masivas y a granel es muy difícil frente a Chile, que tiene acuerdos de libre comercio con una cantidad enorme de naciones. Por eso, los crecimientos de las exportaciones se dan en los vinos embotellados y de precios más altos», explica Ramos.
No parecen recetas mágicas, apenas estrategias claras. Algo tan básico y tan escaso en el mundo de los negocios argentinos.
EL ÉXITO, EN NÚMEROS Y CLAVES