El pasado 2 de enero el Boletín Oficial publicó el decreto 1201/2018 de los Derechos de Exportación, que reglamenta la implementación de las retenciones a las exportaciones de servicios. El decreto fijó una retención del 12% a la exportación de servicios desde el 1° de enero de 2019 hasta el 31 de diciembre de 2020, y no podrá exceder los $4 por cada dólar del valor imponible.
Consultado por LA NACION, Luis Galeazzi, Director Ejecutivo de Argencon, dijo que la medida está dentro de lo esperado, aunque hay cosas que van más allá del decreto. "No conocemos ningún otro caso. Es muy, muy especial y va contra la lógica ya que esta actividad es promovida a nivel mundial. Cobrarle un impuesto va contra la corriente y genera un problema de competitividad".
En este sentido, Galeazzi explicó que desde el Gobierno les aseguraron que será una medida excepcional dado el estado de las cuentas públicas.
"Nos prometieron que será por dos años, pero la preocupación en el sector es que el plazo del decreto presidencial sea removido por otro decreto. Este gobierno o el que venga puede extenderlo por más de dos años: que se confirme que son solo dos años y que esto se haga a través de una ley y se le quite al Ejecutivo la capacidad de prolongar el plazo", explicó.
Por último, el Director Ejecutivo de Argencon resaltó que lo importante es que el impuesto no se extienda en el tiempo sino que abarque el menor plazo posible. "La devaluación de septiembre, cuando el dólar se fue a $40, creó un colchón cambiario con lo que ceder $4 de $40 no significaba mucho, pero la economía argentina recupera en poco tiempo los saltos cambiarios. Pasó las últimas veces: la devaluación genera un colchón que se desinfla con la inflación interna. Cuando se termine ese margen por efecto de la inflación, el sector terminará pagando $4 que van a salir de su propio margen y esto afecta la competitividad", concluyó.